La terapia online y sus ventajas en la atención psicológica - Gabinete Mentis Psicología en Elche, Alicante

La terapia de Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares (EMDR, por sus siglas en inglés) ha emergido como una de las intervenciones más efectivas para el tratamiento del trastorno de estrés postraumático (TEPT) y otras formas de trauma psicológico. Desarrollada a finales de los años 80 por la psicóloga Francine Shapiro, esta terapia ha sido validada por numerosas investigaciones y adoptada ampliamente en la práctica clínica.

Orígenes y desarrollo de la EMDR

La historia de la EMDR comienza en 1987, cuando Shapiro observó que los movimientos oculares parecían reducir la intensidad de pensamientos perturbadores. A partir de esta observación, desarrolló un protocolo estructurado que incluye ocho fases, desde la historia clínica hasta la reevaluación. Este enfoque estructurado permite una intervención sistemática y comprensiva del trauma.

A lo largo de los años, la EMDR ha evolucionado, incorporando nuevos conocimientos y técnicas basadas en la evidencia científica. Su eficacia ha sido reconocida por organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Americana de Psiquiatría (APA), consolidándola como una herramienta indispensable en el tratamiento del trauma.

Fundamentos teóricos y mecanismos de acción

El principio fundamental de la EMDR es que las experiencias traumáticas no procesadas pueden quedar atrapadas en el sistema nervioso, provocando síntomas de TEPT y otras condiciones psicológicas. La EMDR facilita el procesamiento adaptativo de estas experiencias a través de la estimulación bilateral, generalmente mediante movimientos oculares, aunque también se pueden utilizar toques o sonidos alternantes.

Durante una sesión de EMDR, el terapeuta guía al paciente a enfocarse en un recuerdo traumático mientras simultáneamente realiza movimientos oculares bilaterales. Este proceso parece ayudar al cerebro a procesar y reintegrar la información traumática de manera más saludable, disminuyendo la intensidad emocional y las creencias negativas asociadas al trauma.

Aplicaciones clínicas y efectividad

La EMDR ha demostrado ser efectiva no solo para el TEPT, sino también para una variedad de otros problemas, como la ansiedad, la depresión, las fobias y el duelo. Su aplicación se extiende a personas de todas las edades, desde niños hasta adultos mayores, y ha mostrado resultados prometedores en contextos clínicos diversos.

Un estudio realizado por Van der Kolk et al. (2007) mostró que la EMDR era tan efectiva como la terapia cognitivo-conductual (TCC) en la reducción de los síntomas del TEPT, con la ventaja adicional de que los resultados positivos se mantenían a largo plazo. Este hallazgo resalta la importancia de la EMDR como una opción terapéutica viable y duradera para el tratamiento del trauma.

Protocolos y fases de tratamiento

El tratamiento EMDR se divide en ocho fases, comenzando con la historia clínica y la preparación del paciente. En las fases intermedias, el terapeuta ayuda al paciente a identificar recuerdos traumáticos y a establecer una red de asociaciones positivas. La fase de desensibilización implica el uso de estimulación bilateral para procesar el trauma, mientras que las fases finales se centran en la instalación de creencias positivas y la reevaluación del progreso.

Cada fase del tratamiento está diseñada para asegurar que el paciente esté preparado y apoyado en cada paso del proceso terapéutico. La estructura de la EMDR permite una intervención segura y eficaz, minimizando el riesgo de retraumatización y promoviendo una recuperación integral.

Evidencia científica y aceptación profesional

La EMDR ha sido objeto de numerosos estudios científicos que respaldan su eficacia. Un metaanálisis realizado por Bisson et al. (2013) concluyó que la EMDR es una de las terapias más efectivas para el TEPT, con una tasa de éxito comparable a otras intervenciones basadas en la evidencia. Esta robusta base de investigación ha llevado a su inclusión en varias guías de tratamiento internacionales.

El creciente cuerpo de evidencia ha fomentado la aceptación de la EMDR dentro de la comunidad profesional de salud mental. Cada vez más terapeutas reciben formación en este método, y su aplicación se expande a nuevos contextos y poblaciones, demostrando su versatilidad y eficacia.

Conclusión

La EMDR ha revolucionado el tratamiento del trauma, proporcionando a los terapeutas una herramienta poderosa para ayudar a los pacientes a sanar de experiencias traumáticas. Su enfoque estructurado, combinado con una sólida base de investigación, ha permitido que esta terapia se convierta en un estándar de cuidado en el campo de la psicología y la psicoterapia.

A medida que continúan las investigaciones y se desarrollan nuevas aplicaciones, la EMDR promete seguir evolucionando y ofreciendo esperanza a aquellos que buscan recuperarse del trauma y mejorar su bienestar psicológico.

Referencias

  • Bisson, J. I., Roberts, N. P., Andrew, M., Cooper, R., & Lewis, C. (2013). Psychological therapies for chronic post-traumatic stress disorder (PTSD) in adults. Cochrane Database of Systematic Reviews, (12).

  • Shapiro, F. (2017). Eye Movement Desensitization and Reprocessing (EMDR) Therapy, Third Edition: Basic Principles, Protocols, and Procedures. Guilford Publications.

  • Van der Kolk, B. A., Spinazzola, J., Blaustein, M. E., Hopper, J. W., Hopper, E. K., Korn, D. L., & Simpson, W. B. (2007). A randomized clinical trial of eye movement desensitization and