Existen cuatro estilos principales de comunicación. Saber reconocerlos y gestionarlos es clave para
mejorar nuestras relaciones personales y nuestra salud mental.
Estilo Agresivo
Las personas con un estilo agresivo son muy intimidantes y amenazadores cuando dan su opinión. Piensa que siempre llevan la razón e intentan imponerla a través de la violencia tanto verbal como no verbal (de manera más o menos sutil). No tienen en cuenta los sentimientos, opiniones o derechos de los demás. Son personas muy egocéntricas y agresivas.
A nivel verbal suelen utilizar las amanezcas, insultos, no respetan el turno de palabra de la otra persona, etc. Mientras que su conducta no verbal se centra en utilizar un tono elevado de voz, hablan muy rápido sin hacer pausas, tienen el ceño fruncido, gesticulan mucho con las manos, miran fijamente y con los ojos muy abiertos, etc.
Estilo Pasivo
Las personas con un estilo de comunicación pasivo anteponen los derechos, necesidades y opiniones de los demás a los suyos. Les cuesta decir que no y poner límites. Intentan complacer a los demás y por ello, no suelen conseguir lo quieren. Al final, con este tipo de estilo la persona va acumulando todos sus pensamientos y emociones lo que provoca mucha ira, frustración y resentimiento. Por ello, en ocasiones suelen explotar y responder de manera desproporcionada, sacando así toda esa rabia.
Estilo Pasivo-Agresivo
Las personas con este estilo de comunicación camuflan la agresividad bajo indirectas, dobles sentidos, ironías porque no saben o no se atreven a expresar sus verdaderas emociones y opiniones por miedo a ser rechazados o excluidos. En numerosas ocasiones, existe una clara diferencia entre lo que dicen y lo que hacen (no son coherentes y pueden ser tachados de mentirosos o de “falsos”).
Estos tres estilos de comunicación suelen acarrear diversos problemas ya que las personas no son capaces de gestionar sus emociones y expresar y defender sus derechos y opiniones. Suelen manifestarse en problemas de ansiedad, impulsividad, estrés, problemas interpersonales, etc.
Estilo Asertivo
Por último, tenemos el estilo de comunicación más adaptativo y saludable. Las personas con un estilo asertivo son capaces de expresarse con confianza, claridad y respeto mientras escuchan activamente y responden apropiadamente. La comunicación asertiva permite a las personas comunicar sus necesidades, deseos y sentimientos de manera efectiva al mismo tiempo que considera las necesidades de los demás mostrando empatía.
La comunicación asertiva implica tres componentes clave:
- Expresarse con claridad, escuchar activamente y responder adecuadamente. Al expresarse claramente, las personas expresan sus necesidades y deseos de manera directa y concisa sin ser agresivos o irrespetuosos. Este tipo de comunicación asegura que el mensaje sea claro y que no haya lugar a malas interpretaciones.
- La escucha activa es otro componente importante de la comunicación asertiva. Esto implica prestar atención a lo que dice la otra persona y demostrar comprensión de su punto de vista. La escucha activa también requiere que las personas estén presentes en la conversación, evitando distracciones como llamadas telefónicas, correo electrónico u otras interrupciones.
- Responder apropiadamente es el componente final de la comunicación asertiva. Esto implica dar una respuesta clara que aborde las preocupaciones de ambas partes. Responder
apropiadamente también significa evitar la actitud defensiva o la agresión y, en cambio, centrarse en encontrar una solución que funcione para ambas partes.
La comunicación asertiva es una habilidad esencial en las relaciones personales, ya que permite a las personas expresar sus necesidades y deseos al tiempo que respeta las necesidades y los deseos de los demás. Por ejemplo, en una relación romántica, la comunicación asertiva puede ayudar a las parejas a superar conflictos y desacuerdos mientras mantienen una relación fuerte y saludable.
La comunicación asertiva también es crucial en las relaciones profesionales, por ejemplo, en ámbito laboral. En un entorno laboral, la comunicación asertiva puede ayudar a las personas a comunicar sus ideas, expresar sus preocupaciones y negociar de manera eficaz. Este tipo de comunicación puede conducir a un mejor trabajo en equipo, una mayor productividad y un ambiente de trabajo positivo.
El uso de la comunicación asertiva tiene varios beneficios, que incluyen una mayor confianza en sí mismo, mejores relaciones y un mejor sentido de autoestima.
¿Es la asertividad la solución a todos nuestros problemas?
El estilo de comunicación es un rasgo íntimamente ligado a la cultura y a los patrones familiares aprendidos. No siempre es fácil salir de esos patrones de comunicación aprendidos pero la psicoterapia consiste en adquirir nuevas herramientas de comunicación para hacerte la vida más fácil. Es importante señalar que aprender a comunicarnos de manera asertiva no quiere decir conseguir siempre lo que queremos o que los demás cambien su forma de ser o de actuar con nosotros. La comunicación implica un emisor y un receptor, por lo que, “dos no se entienden, si uno no quiere”, es entonces cuando entra en juego la toma de consciencia de nuestros derechos asertivos. Por mucho que tú aprendas a comunicarte de manera asertiva, si el interlocutor no quiere colaborar contigo, vuestra relación no va a cambiar y te va a seguir haciendo daño relacionarte con ciertas personas. La terapia también nos puede
ayudar a tomar consciencia de nuestros derechos asertivos (crear enlace) y a identificar personalidades que nos hacen daño. No todo está en ti, a veces es el contexto, esa persona en concreto o la relación que se ha establecido entre ambos lo que no funciona.
Este es un cuadro resumen que te ayudará a entender mejor los diferentes estilos de comunicación.
