La terapia online y sus ventajas en la atención psicológica - Gabinete Mentis Psicología en Elche, Alicante

Hoy en día, el mundo está más conectado que nunca gracias a la evolución y omnipresencia de los dispositivos móviles y las redes sociales. Estas herramientas nos han brindado comodidades innumerables, desde la comunicación instantánea hasta el acceso a información global al alcance de nuestros dedos. Sin embargo, como con muchas cosas en la vida, el exceso puede tener consecuencias negativas. Específicamente, la sobredependencia y el uso compulsivo de estos medios pueden tener un impacto significativo en nuestra salud mental.

Impacto en la población

La influencia de los dispositivos móviles y las redes sociales ha permeado todos los aspectos de nuestra vida diaria. Según Twenge y Campbell (2018), la introducción y el ascenso de los smartphones y las redes sociales se han correlacionado con un aumento en la insatisfacción de la vida, la soledad y el riesgo de suicidio entre los jóvenes. La pregunta es: ¿Por qué?

Uno de los principales factores es la comparación social. Las redes sociales son plataformas en las que, en su mayoría, las personas muestran lo mejor de sí mismas, o al menos, una versión idealizada de sus vidas. Cuando los usuarios consumen estos contenidos de manera constante, pueden caer en la trampa de comparar sus vidas con las de otros, lo que lleva a sentimientos de insuficiencia, envidia y baja autoestima.

Por otro lado, la necesidad de validación se ha convertido en una constante. La cantidad de «me gusta», comentarios y seguidores se ha transformado, para algunos, en un barómetro de autoestima y valor personal. La ausencia de estas validaciones puede generar ansiedad y depresión.

Síntomas en personas afectadas

La adicción a los dispositivos móviles y a las redes sociales se puede manifestar de diversas maneras:

  • Uso compulsivo: Las personas sienten una necesidad irracional de revisar sus dispositivos constantemente, incluso si no esperan una notificación o mensaje importante.
  • Aislamiento social: A pesar de la ironía de que las redes sociales están destinadas a conectar a las personas, los individuos pueden empezar a aislarse de las interacciones en el mundo real, prefiriendo la interacción virtual.
  • Insomnio: El uso excesivo de dispositivos antes de dormir, especialmente con la exposición a la luz azul, puede interferir con los patrones normales de sueño.
  • Ansiedad y depresión: Como se mencionó anteriormente, la comparación social y la falta de validación pueden llevar a sentimientos de insuficiencia y desesperanza.
  • Disminución de la capacidad de concentración: La necesidad constante de revisar las notificaciones puede disminuir nuestra capacidad para concentrarnos en tareas importantes.

Posibles tratamientos psicológicos

Identificar y aceptar el problema es el primer paso para superarlo. Te proponemos estas estrategias:

  • Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): Esta es una terapia de orientación breve que busca cambiar patrones de pensamiento y comportamiento negativos. Puede ser útil para las personas que buscan reducir su dependencia de los dispositivos y redes sociales (Starcevic & Aboujaoude, 2017).
  • Desintoxicación digital: Similar a otros métodos de desintoxicación, implica tomar un descanso de los dispositivos y redes sociales. Establecer tiempos específicos del día para revisar las redes sociales o incluso tomar días completos sin ellos puede ser beneficioso.
  • Mindfulness y meditación: Estas técnicas pueden ayudar a las personas a estar más presentes en el momento, reduciendo la necesidad compulsiva de estar constantemente conectados.
  • Educación: Realizar talleres y programas de concientización sobre el uso saludable de tecnologías y redes sociales puede prevenir problemas antes de que comiencen.

Conclusión

Si bien los dispositivos móviles y las redes sociales tienen el potencial de enriquecer nuestras vidas, es crucial utilizarlos de manera responsable y consciente. Reconocer los posibles impactos negativos en nuestra salud mental es el primer paso para tomar medidas y asegurarnos de que estas herramientas sirvan para mejorar, no empeorar, nuestra calidad de vida.

Referencias

  • Twenge, J. M., & Campbell, W. K. (2018). The Narcissism Epidemic: Living in the Age of Entitlement. Atria Books.
  • Starcevic, V., & Aboujaoude, E. (2017). Internet addiction: Reappraisal of an increasingly inadequate concept. CNS Spectrums, 22(1), 7-13.
  • Alter, A. (2017). Irresistible: The rise of addictive technology and the business of keeping us hooked. Penguin.