
La superdotación intelectual se define como un cociente intelectual (CI) significativamente superior al promedio de la población (CI igual o superior a 130). Las personas dotadas a menudo muestran habilidades excepcionales en áreas como la resolución de problemas, el pensamiento crítico y la creatividad. Sin embargo, también pueden experimentar desafíos como el aislamiento social y el perfeccionismo.
Por otro lado, el TEPT (trastorno de estrés postraumático) es un trastorno de salud mental que puede ocurrir en personas que han experimentado o presenciado un evento traumático o experiencias emocionales negativas que han tenido un gran impacto en la psique del individuo. El TEPT puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de un individuo, afectando sus relaciones, trabajo y actividades diarias.
Algunos estudios recientes han sugerido que puede haber una relación entre la superdotación intelectual y el TEPT debido al perfil socio-emocional de las personas con superdotación, sobre todo por rasgos como el perfeccionismo, la alta senstibilidad y a ciertas dificultades para encontrar un grupo social que comparta sus intereses y motivaciones. Algunas investigaciones sugieren que los niños superdotados tienen una mayor probabilidad de sufrir ciertos abusos, discriminaciones que pueden dañar su autoestima y generar problemas psicoemocionales. Es muy importante la detección de la superdotación durante la etapa infantil para poder acompañar a los niños de manera adecuada garantizando su bienestar emocional.
Sin embargo, el debate sigue abierto y otros estudios han sugerido que las personas superdotadas pueden ser más resistentes a los efectos del trauma y pueden estar mejor equipadas para hacer frente a los síntomas del TEPT. Su capacidad para procesar la información con mayor profundidad puede ayudarlos a comprender su trauma y desarrollar mecanismos de afrontamiento efectivos.
Una posible explicación del vínculo entre la superdotación intelectual y el TEPT es el concepto de sobreexcitabilidad. De acuerdo con la teoría de la desintegración positiva, las personas dotadas pueden experimentar niveles elevados de sensibilidad y reactividad en varios dominios, incluidas las experiencias emocionales, intelectuales y sensoriales. Esta sobreexcitabilidad puede hacer que las personas superdotadas sean más vulnerables a experimentar un trauma, ya que es más probable que reaccionen intensamente a los eventos traumáticos.
Además, las personas superdotadas pueden tener una respuesta emocional y cognitiva más compleja al trauma, lo que puede dificultarles el procesamiento y la superación de la experiencia. Esta complejidad también puede dificultar que los profesionales de la salud mental diagnostiquen y traten el TEPT en personas superdotadas.
En general, el vínculo entre la superdotación intelectual y el TEPT es complejo y requiere más investigación para comprenderlo por completo. Los profesionales de la salud mental deben ser conscientes de los desafíos únicos que enfrentan las personas superdotadas y deben brindar el apoyo y el tratamiento adecuados para abordar sus necesidades específicas. Es importante señalar que para poder acompañar a una persona con superdotación, lo primero es la detección. En España el porcentaje de detección en las escuelas está muy por debajo de la media europea. En España, del total del 2% de personas con superdotación, a penas se detectan el 0,47%. Una de las razones es la falta de formación de los profesores para reconocer a estos alumnos, por ello, profesionales de la psicología y profesores deben trabajar juntos para aunar conocimientos y ofrecer un mejor acompañamiento a estos alumnos.